14 de noviembre de 2014

Arundhati Roy

Arundhati Roy recitando su propio texto

"Amar. Ser amado.
No olvidar nunca tu propia insignificancia.
No acostumbrarse nunca a la indescriptible violencia
y a la incongruencia vulgar de la vida que te rodea.
Buscar alegría en los lugares más tristes.
Perseguir la belleza hasta su guarida.
No simplificar nunca lo que es complicado
ni complicar lo que es sencillo.
Respetar la fuerza, nunca el poder.
Sobre todo observar. Tratar de entender.
No apartar nunca la mirada.
Y nunca, nunca olvidar."


La belleza de la sencillez puede ser una cualidad de la mente humana. La inteligencia a veces resulta cercana, cálida, como la ternura. Cada vez que veo y escucho a esta mujer, o leo alguno de sus textos, siento que me está ayudando a crecer por dentro en armonía y lucidez, sin abandonar la rebeldía militante contra la estupidez grosera y ególatra de la que tantos alardean públicamente con absoluta obscenidad.

Además de este texto luminoso, recomiendo encarecidamente "El dios de las pequeñas cosas". Una joya de novela...

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